La firma francesa de lujo lanza un laboratorio creativo en el que colaboran artistas y artesanos.
Si hay algo que caracterice a Hermès es su continua defensa del lujo con mayúsculas, ése que sólo se entiende si nace de la mano de artesanos comprometidos con una visión de las cosas y con una manera de hacer. En una palabra, tradición.
Sin embargo, no hay que confundir esa tradición con estancamiento. Por algo uno de los diseñadores más descarados de los últimos años, como Jean Paul Gaultier, ha sido director creativo de la firma francesa durante los últimos años, desde hace pocos meses es Christophe Lemaire- consiguiendo ese particular equilibrio, del que Hermès hace gala, entre clasicismo y modernidad.
Esa misma receta es la que ahora la marca aplica en su último proyecto, Petit h, un laboratorio creativo en el que reconocidos artistas colaboran con artesanos adheridos a los estándares de Hermès para crear todo tipo de objetos: un perchero, una hamaca e incluso, una lámpara son algunos de los hallazgos de tan curiosa joint venture.
Una original empresa que nace del empeño personal de Pascale Mussard, miembro de la sexta generación de la familia Hermès, que desde hace años buscaba un proyecto que uniera el presente y el futuro de la firma con ese sello tan poco convencional que imprimen a todo lo que hacen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario