La historia del tejido en América del Sur tuvo su faro civilizador en el imperio incaico y desde allí, siguiendo el corredor andino, se fueron trasladando costumbres y cultura.
El tejido estuvo siempre ligado a una tradición milenaria no sólo como vestimenta, sino como elemento de identidad, comunicación e intercambio. Así mismo estuvo presente en toda celebración religiosa, como tributo a los monarcas, obsequio a grandes guerreros o altos funcionarios , ajuar de bodas y elemento ornamental en sacrificios religiosos y ceremonias funerarias.
Parte del territorio argentino (actuales provincias de Catamarca, Tucumán y territoios adyacentes a los Andes hasta Cuyo), integraron el Kollasuyo. Esta era la zona sur del Tahuatinsuyo, nombre que recibió el imperio incaico y que en quechua significa “las cuatro partes”.
El Kollasuyo y el Antisuyo, conformaba las Provincias Unidas del Río de la Plata, nombre con que inició la Argentina su vida independiente.
Hacia el 1500 AC y 1200 DC, época preincaica, fueron sede de la cultura Tihuanaco (que incluía el norte de Jujuy). El colapso de Tihuanaco, permitió el florecimiento de otros grupos étnicos con elementos heredados de este imperio. Se destacaron los Señoríos Aymaras unidos por una sola lengua: el aymará. Sus luchas continuas permitieron al imperio incaico incorporarlas en su momento de mayor expansión (reinado de Tupac Inca), en 1430 e interrumpida por la llegada de los españoles.
Los primeros textiles encontrados en nuestro país son mucho más antiguos y datan del 6720 al 7670 AC. Fueron hallados restos de fibras hiladas y torcidas a mano en la cueva de Huachichocana, en Jujuy. De Humahuaca son los son los primeros tejidos datados en 2130 AC.
Adriana Paoletta
2 comentarios:
Estuve en la Quebrada en vuestro invierno ,Que belleza! Te agradezco que me lo recuerdes .
Nada mujer que bello es el norte argentino Maruja
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