Muchas veces nos encontramos en apuros cuando queremos vestir a nuestras hijas para un evento especial. El diseño personalizado y la confección de vestidos muy glamorosos, me resulta especialmente tentador a la hora de diseñar.
Vuelo, juego, recuerdo mi infancia y el clasicismo de algunos de mis vestidos de niña ultra femeninos y arreglados. Es un placer preguntarles a las nenas qué colores les gustan para vestir, qué texturas e hilados les gusta tocar, y mientras corretean y saltan entre telas, cintas y florcitas , intento no enredarlas con el centímetro, que corre como un duendecito tras ellas.
Al vestir a una niña para una ceremonia, vivimos su fantasía de ser una princesa, bailar entre las nubes y correr desplegando volados de alegría y libertad.
Adriana Paoletta
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