Cibeles invierno 2008-2009

Agatha Ruiz de la Prada apuesta a los vestidos camiseros como éste en verde manzana y rojo, vestidos trapecio con botones de flores y corazones que asemejan un regalo con envoltorio,vestidos poncho con mangas perdidas rompen con la dinámica sesentera y el look naif que le caracteriza. Además de decantarse por una propuesta detallista –sus ya tradicionales prendas de lana y algodón se enriquecen a base de satenes y terciopelos arrugados, abrigos acharolados , los vestidos con prints psicodélicos y las boinas estilo pintor sobrevuelan la colección… para afrontar el invierno que viene.



La diseñadora apuesta por prendas ecológicas. Sin embargo, no renuncia al movimiento que proporcionan las prendas de piel y diseña una serie de vestidos mini y boleros hechos a base de aplicaciones de tela que surgen de la prenda con dinamismo, como este vestido talle bajo con falda en patchwork de charoles y telas en varios colores shocking.



Sin lugar a dudas Agatha Ruiz de la Prada es la embajadora del color,como explosión desmesurada y alegre, de un colección invernal, futurista y moderna.



Amaya Arzuaga fiel a su estilo arquitectónico y de líneas que explorar el futurismo,crea una colección en colores neutros, tejidos solemnes y formas depuradas.



de prendas no convencionales como este enterito de seda natural en gris plomizo que es la construcción exacta de la experimentación en estilo noche,con blusa negra ceñida subrayada por hombreras superpuestas en rojo púrpura, esos pantalones que parecen y desaprecen en una especie de vestido al cuerpo, hacen de Amaya el arquitecto de la moda de española.



el eco español de las corridas de toros, en este ensamble perfecto de contrastes texturados en colores opuestos, el rojo sangre de estos bridges en shantung de seda natural con este bolero en maxi punto acompañan victoriosos



los diseños más futuristas y de vanguardia de la pasarela de Cibeles.



Jesús del Pozo expresa su amor por los azules, los violeta obispos y el negro en épocas medievales, donde los vestidos tejidos en lana, con puntos maxi representaran un acota de malla, amplias capas con capucha,pantalones de montar a caballo y chaquetas con imaginativos drapeados que asemejan una armadura, se mezclan con la mujer futurista de líneas asimétricas ,sus trajes llenos de asimetrías, salpicados de frunces y pliegues son la mejor prueba de ello.

La riqueza de los tejidos es, si duda, una de las claves de esta colección. El punto se combina con la gasa y la seda se mezcla con la piel. El cuero, que remata las mangas y los cuellos de los abrigos, convive a la perfección con las telas metálicas, plásticas y tornasoladas.



Las líneas depuradas, los vestidos muy elaborados y los cortes rectos (salvo el vuelo de algunas de las faldas) han sido la tónica habitual del desfile, que se ha centrado en el diseño y la austeridad de las estructuras.



Ailanto nos propone una colección urbana, sofisticada e inspirada en los finales de los sesnta y principios de los setenta en films como los ojos de Laura Mars o la Noche Americana con los íconos de belleza como Faye Dunaway y Jaqueline Bisset.



romántica blusa banca con canesú acompañada de falda a la rodilla a lunares blancos diminutos



Sweater a rayas multicolor, con falda gris y botas de caña alta en ante verde oliva, conjunto urbano y chik para el día o el estilo marcadamente francés de este vestido en volantes color nude y negro para el cocktel de encanto hiper femenino.



Cibeles: de líneas futuristas, explosión de color y vanguardia a la hora de pensar en la alta costura y una apuesta acertada a la innovación con toques cosmopolitas a la hora de pensar lo urbano.

Adriana Paoletta